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De Valle María a Tailandia. De los pasillos con tacos altos a los grandes escenarios. De cantar en Agapornis a levantar la voz por una belleza con propósito. Aldana Masset, entrerriana de pura cepa, fue coronada como Miss Universo Argentina 2025 y ahora tiene un nuevo desafío entre ceja y ceja: representar al país en el certamen internacional más importante del mundo de la belleza.
El anuncio se dio este fin de semana en Buenos Aires, bajo luces, cámaras y miradas filosas de un jurado que no perdonaba ni la postura ni el discurso. Pero Aldana, con 25 años y una preparación que no nació de un día para el otro, se plantó con una seguridad que no se compra en la farmacia. “Como Miss, aprendí que lo que brilla no es la corona, sino las acciones que la sostienen”, soltó, dejando flotando en el aire una frase que, si fuera canción, ya estaría sonando en cadena nacional.
Nacida en el departamento de Diamante, Aldana no es improvisada. Es modelo, cantante, asesora de imagen y una mujer con historia. Historia de esfuerzo, de aprendizaje y de una sensibilidad que rompe con los clichés del mundo del modelaje. “Creo que esta plataforma no es solamente de belleza, sino de propósito. Con mis logros y vulnerabilidades, aprendí que la verdadera belleza nace cuando abrazamos nuestra historia y la convertimos en fortaleza”, dijo en su discurso. Y ahí nomás, el aplausómetro explotó.
La competencia no fue fácil. Desde La Pampa, Julieta Ricardez venía pisando fuerte. Pero Aldana, con temple, versatilidad y ese no sé qué que te deja pensando, se impuso en la etapa final. Ya había probado suerte en 2019, pero la corona le había sido esquiva. “Me quedé con ganas de más. Creo en las segundas oportunidades, por eso decidí volver a intentarlo y me preparé mucho”, confesó. Y se notó.
Desde hace un tiempo vive en Belo Horizonte, Brasil, con su pareja, el futbolista argentino Fausto Vera, ex Argentinos Juniors, hoy volante en Atlético Mineiro. Entre mates y samba, Aldana afila su presencia internacional sin soltar el corazón argento. Él juega en la cancha, ella la rompe en la pasarela. Pero cada uno en su eje, porque el verdadero amor es el que se banca los proyectos ajenos.
Y como en esta casa nos gusta saber qué opina la gente que sabe, le consultamos al querido Raúl Martorel, coreógrafo entrerriano y especialista en belleza, quien no tardó en deslizar su mirada experta:
“Aldana tiene una elegancia fresca y un aplomo que no se fabrica, se nace. Es una belleza sin estridencias, de las que entran con luz propia. Y además es de mi pago, así que emoción doble”.
Pura poesía. Raúl dixit.Raúl también nos destaco que la última Entrerriana que había ganado este concurso fue una mujer que era muy amiga de el, La Coca Sarli en 1955 pasaron exactamente 70 años.
Pero la historia no empieza ni termina en los concursos. En 2022, tras la salida de Melina Lezcano, Aldana se convirtió en la vocalista de Agapornis, banda emblema de la cumbia pop. Una experiencia breve pero contundente, que la curtió en escenarios y cámaras. “Fue un aprendizaje enorme. Me dio confianza y herramientas para enfrentar momentos de mucha presión”, recordó. Desde ahí, no paró: modelaje, música solista, asesorías y una presencia cada vez más afilada en redes.
Detrás de esa sonrisa de catálogo, hay años de trabajo, noches sin dormir y tacos que dolieron. Pero también hay ternura, identidad, carisma y una certeza: lo suyo no es posar para las fotos, es dejar huella.
Como diría cualquier tía argentina frente al tele: «esa nena tiene algo». Y no se equivocan.
Aldana va por la corona universal. Y lo hace con la bandera tatuada en el alma, como buena entrerriana, como buena argentina.
